Claudia:
Me conecto ahora con algo que muchas veces comento. La diferencia entre entender, comprender y aceptar. Aquí estoy otra vez con mi cargosa vocación por el significado de las palabras.
"Entender" me suena a mental, a intelectual.
Entenderte es asegurarte que mi computadora interna es capaz de decodificar tu mensaje, o que tu actitud es razonablemente lógica dados los hechos y las circunstancias. En última instancia, tu conducta (acción o expresión) está plenamente justificada.
"Comprender" va más allá. La computadora no participa. Participa mi capacidad de "sentir con". Me identifico, soy capaz de sentir dentro de mí lo que decís, sentís, hacés.
¿Y "aceptar"? "Aceptar" es darme cuenta de que sos quien sos. Puede ser que no sea capaz de entenderte, quizás tampoco te comprenda. Sin embargo, si te acepto, podré no avalarte, no compartir con vos, pero NO te pediré que cambies, que te modifiques.
Entonces, la dimensión de la palabra "rechazo" cambia.
Mi rechazo podría ser una forma de aceptarte, en la medida en que no exijo que te modifiques, que seas diferente, que tengas otra actitud para quedarte aquí.
"Aceptarte" podría ser:
"No me gusta tu actitud, me molesta tu forma de ser o pensar, no quiero compartir cosas con ésta que sos. Pero no te pido que cambies, por lo menos, no para mí, no para conservarme, no para permanecer conmigo. Seguí siendo quien sos y si querés, buscá quien te quiera así, como sos. Porque te acepto, te rechazo".
Dicho de otro modo, mi "no aceptación" es:
"¡Te quiero tanto! No nos separemos, pero vos tenés que cambiar esto o aquello. Tenés que dejar de ser así, como sos. Si querés estar conmigo, hacé el esfuerzo y modificá esto y esto otro y así. Así estaremos juntos y felices..."
Y se me ocurre otra forma de "no aceptación". Es vulgarmente conocida como idealización.
En verdad, si te idealizo es precisamente porque no te acepto. Si te aceptase, no necesitaría idealizarte.
... Claudia, no quiero que cambies. No para mí. Quiero aceptarte como sos, aún cuando éste sea el camino de separarnos.
Prefiero que te alejes de mí por ser como soy, a que permanezcas conmigo para cambiarme.
De todas maneras, si puedo elegir, elijo que me aceptes para quedarte, elijo aceptarte y tenerte cerca, tan cerca como ahora...
Es que ahora que te escribo, amiga mía, que te cuento estas cosas, que comparto con vos mis delirios, ahora estás aquí a mi lado, del mismo modo que me sentirás a tu lado - lo sé - cuando leas esta carta..."
Jorge Bucay